A principios del siglo XIX, en Europa por las Guerras Napoleónicas, Francia al mando de Napoléon Bonaparte combatía contra la Alianza de las potencias monárquicas.
Para invadir Inglaterra, Napoleón, pensó atraer a las flotas de Inglaterra y España desde el
Canal de la Mancha hacia las costas americanas.El plan fracasó, el Almirante Nelson (inglés)
advirtió las intenciones de Napoleón; sorprendió a la flota francesa frente al Cabo
de Trafalgar (25 de octubre de 1805), y las derrotó.
La flota inglesa quedó dueña del
Atlántico, hasta entonces dominado por los españoles.
En esa ventajosa situación militar, el gobierno
inglés mandó una expedición naval con el Comodoro Home Popham,
hacia el extremo sur del África, para conquistar las colonias holandesas de esa región. Logró su objetivo y, aprovechando su cercanía y la falta de
cobertura naval española en esta zona, Popham intentó conquistar el Río de la Plata.
Comodoro Home Popham
Las invasiones tuvieron dos momentos conocidos como Primera y Segunda Invasión respectivamente atacando a Buenos Aires (1806) y a Montevideo (1807).
1.600 soldados al mando del Gral. William Carl Beresford llegaron al Río de la Plata en junio de 1806 y, al ver la fortaleza de Montevideo, optaron por atacar la capital virreinal, Buenos Aires .
El
Virrey del Río de la Plata,
Marqués de Sobremonte, al tener conocimiento de la invasión huyó precipitadamente a Córdoba llevando las
reservas del Tesoro.
1.000
hombres armados salieron de Buenos Aires para enfrentar a los invasores,
pero fueron derrotados casi sin combatir. Buenos
Aires se rindió y fue rápidamente ocupada. El Cabildo de Buenos Aires
debió prestar juramento de acatamiento al Rey inglés. El
Tesoro fue llevado de vuelta a Buenos Aires y entregado a los
Jefes invasores, que lo enviaron a Inglaterra solicitando refuerzos
para expandir sus conquistas.
En Montevideo se produjo una gran preocupación y aunque el gobernador, Pascual Ruiz Huidobro, no quería enviar una expedición para reconquistar Buenos Aires (solo tenía 500 soldados, aprox.), los habitantes de Montevideo, y
de los campos y poblados, ofrecieron al Cabildo y al gobernador contribuir con hombres y recursos para
reclutar un ejército y desalojar a los ingleses de Buenos Aires
antes de que les llegaran refuerzos.
El Cabildo de Montevideo el 18 de julio de
1806, resolvió declarar que el abandono de su puesto por el Virrey
Sobremonte, y el juramento de sujeción a los ingleses del Cabildo de
Buenos Aires, dejaba al Gobernador de Montevideo la máxima
autoridad delegada del Rey de España en esta región; por ello este debía desalojar a los
invasores de Buenos Aires.
Gobernador, Pascual Ruiz Huidobro
Se
reclutó en pocos dias un ejército de 1.600 hombres. En tanto los barcos ingleses aparecieron frente a
Montevideo, creando una importante amenaza. El Gobernador decidió permanecer al frente de las defensas; y dio el mando de la fuerza que iría a Buenos
Aires, al Capitán Santiago de Liniers, militar de origen francés destacado en Montevideo al servicio de la corona
española.
Al desembarcar
cerca de Buenos Aires, Liniers encontró que
los ingleses habían logrado desbaratar un contingente de fuerzas
leales, que supuestamente debían unírsele. Igualmente, resolvió
avanzar contra la ciudad, logrando derrotar en algunos combates a las
partidas inglesas que salieron a enfrentarlo.
El
ataque a Buenos Aires, pocos días después, dejó a los ingleses casi
400 bajas, por lo cual el Gral. Beresford se rindió (12 de agosto de 1806).
La victoria del ejército montevideano en
Buenos Aires, tuvo gran repercusión. La rivalidad ya existente entre ambas ciudades - rivalidad de puertos- se manifestó al
negarse el Cabildo de Buenos Aires a la solicitud del Cabildo de
Montevideo para que le fueran entregadas las banderas de los ingleses,
como reconocimiento simbólico de la importancia de esa acción militar.
El asunto fue sometido a la decisión final
del Rey,quien concedió a Montevideo el mérito
de la acción cumplida. Una Real Cédula dio el título
de “Muy Fiel y Reconquistadora“ y admitió que en el escudo de la ciudad se colocaran las banderas de los vencidos, junto a otros ornatos alusivos.
Rendición de los ingleses
En
Buenos Aires el
Cabildo, prohibió al "inepto Virrey Sobremonte” volver a la ciudad y nombró Virrey al Cap. Liniers. Esto era un exceso respecto de la autoridad
que tenía el Cabildo, asumiendo atribuciones privativas del Rey.
Sobremonte intentó refugiarse en
Montevideo pretendiendo asumir el mando de su defensa frente a la
amenaza de la flota de guerra inglesa fondeada frente a la
ciudad; pero el Cabildo de Montevideo rehusó admitir su
autoridad, comisionando una delegación para lograr que saliera de la
ciudad.