Ved a ese criollo rodear,
rodear, rodear...
Los paisanos le dicen,
mi General.
Va alumbrando con su voz,
la oscuridad...
Y hasta las piedras saben,
adónde va.
Con libertad, ni ofendo ni temo.
¡Qué Don José!...
Oriental en la vida,
y en la muerte también.
Ver a los indios formar
el escuadrón...
Y aprontar los morenos,
el corazón.
De fogón en fogón
se oye la voz:
–¡Si la patria me llama,
aquí estoy yo!
Con libertad, ni ofendo ni temo.
¡Qué Don José!...
Oriental en la vida,
y en la muerte también.
Dice Ruben Lena en su libro "Las cuerdas añadidas" (Banda Oriental, 1980):
Cuando pensaba en las canciones sobre el héroe, analizaba sus músicas y textos y los hallaba valiosos, pero la gente permanecía lejana y respetuosa cuando las oía en las celebraciones patrias. Hacía si un silencio cuidadoso y contestaba luego con el aplauso contenido.
Intentaré -dije- un texto cuya comprensión sea sencilla en una melodía y un ritmo entrañables.
¿Y por qué una milonga? Porque la milonga está viva en la sensibilidad del pueblo. Y en esa búsqueda y hallazgo inexplicables, me encontré con la primera frase musical para el tema, escuchada en mi niñez al Nene Elías, guitarrero y cantor de mi pueblo, a quien siempre pedía: -Nene, toque esa milonga. En la canción está modificada, pero vivo el bordón, que empezando por el Mi de la sexta en escala hacia lo agudo, me producía una emoción que sentí a los treinta y seis años, cuando canté para mí, con mi mala voz, A Don José.
En el siguiente enlace podrán escuchar la música.
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